La red Al Aire Libro ha ido creciendo año tras año, generando procesos de transformación sobre la relación lectura, literatura y vida en las distintas comunidades. Inició por el interés de replicar la acción poética colectiva y se fortaleció con la propuesta de realización de acciones de manera simultánea. Hasta el momento reúne organizadores de 27 países de América y Europa, quienes inscriben, a través de un formulario, el lugar y la organización o colectivo que lleva a cabo Al Aire Libro. Es de resaltar la diversidad de maneras de realizar la acción Al Aire Libro, pues los contextos tienen implicaciones muy distintas.
La propuesta de intervenir lugares no convencionales con la lectura silenciosa ha posibilitado el desarrollo de jornadas Al Aire Libro en calles, plazas, parques, la ruralidad, la playa, el estadio de futbol, la cárcel, centros comerciales, plazas de mercado, carreteras, veredas, centros educativos, centros de refugiados en Europa, entre otros. Así mismo, la caminata lectora, acción que hace parte de algunas puestas, ha sido llevada a cabo de muy diversas maneras, provocando, con esta procesión lectora, mayor visibilidad y sensación de fiesta alrededor de los libros y la lectura. En varios lugares apartados, las personas no tienen libros en sus casas, por esta razón, intervienen las bibliotecas itinerantes llevando materiales para participar cada 21 de marzo en estas jornadas.